Hoy es el día de la voz, esa que perdí ya hace prácticamente 4 años. Y quiero aprovechar el reportaje en Aragón TV para hablaros de una bonita iniciativa: donar tu voz.
Como ya sabéis, la ELA termina, tarde o temprano, arrebatándote la voz. Se podría decir que es lo que peor llevo de la enfermedad. Claro que tengo el ordenador, y por suerte y gracias a mi familia y amigos lo pude adquirir, pero no puedo utilizarlo en cualquier momento. Y es muy duro querer decir algo y no poder. O necesitar algo con rapidez y tener que estar explicando letra a letra con un tablero o dictando el abecedario. Incluso con el comunicador, ir más lento que los demás y hacer comentarios a destiempo. O simplemente no poder comentar la película o el partido de fútbol porque, una de dos, o escribes para hablar o miras la televisión, no puedes hacer ambas cosas a la vez. Y el comentario va a ir con retraso y puede no entenderse.
Pero vamos a lo positivo, como siempre. Si ya es una suerte poder disponer de un comunicador, ¿os imagináis poder seguir «hablando» con vuestra propia voz o una similar? Pues esto es posible gracias a un proyecto de la universidad de Bilbao. Con un ordenador o el móvil y su micrófono, conectado a Internet, puedes grabar 100 frases diseñadas para captar todos los fonemas (a tu ritmo, no todas el mismo día, se va guardando tu progreso), ya puedes donar tu voz. O si eres un enfermo de ELA todavía con voz, puedes grabar la tuya para utilizarla cuando lo necesites en el futuro.
En mi caso, ya no tenía voz cuando salió el proyecto, ni tengo audios ni vídeos para haber intentado sacar una voz a partir de ellos y añadiendo, para rellenar fonemas, la voz de mi primo Juan. Conocí la existencia de este programa, cuando todavía era piloto, si no recuerdo mal, a través de la asociación de ELA y a la vez en las redes sociales con la publicación de su noticia. Ya había visto un proyecto similar en Estados Unidos con un resultado espectacular, así que decidí investigar un poco y, de esta forma, vi que además de disponer de un banco de voces, se podía grabar tu propia voz o, como en mi caso, ser grabada por cualquier persona y donártela. Así, hablando con mi mujer, me sugirió que la voz de mi primo Juan, es la que más se podía parecer a la mía. Pues dicho y hecho, se lo dijimos y encantado de hacerlo.
Me parece genial que existan proyectos y aplicaciones como estas, además por dos motivos. El primero lógicamente, se basa en mi condición de enfermo de ELA que ya ha perdido la voz. Aunque no sea la tuya propia, por haberla perdido antes y no tener grabaciones de las que poder extraerla, te proporciona una identidad propia, algo que se pierde en el momento en que muchas personas utilizan la misma voz que tú. No veas el lío que se monta cuando nos juntamos varios afectados con la misma voz. ¿Quién ha hablado? ¿Quién ha dicho eso? Jajaja. Además, te devuelve cierta humanidad, aunque no se pueda dar entonación y ciertas frases no dejen de sonar muy frías. Y el segundo motivo tiene que ver con mi titulación de ingeniero de telecomunicaciones. Me enorgullece que con esta titulación, compañeros de profesión puedan ayudar a colectivos como el nuestro.
Puedes donar tu voz aquí:
#JuntosVenceremosELA