Una tarde inolvidable en La Romareda

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La Romareda, 6 de enero de 2022.

Hacía años que no iba a mi querida Romareda, dónde disfruté durante 8 años de los grandes partidos del Real Zaragoza. Hasta que yo fui el que jugaba los domingos por todo Aragón y tuve que conformarme con ir esporádicamente. Hoy no estamos dónde se merece la ciudad y su afición, coincidiendo con el décimo año de mi mudanza a Madrid. Pero sigue siendo mi equipo del alma, dónde siempre soñaba con jugar en él y, por decisiones mal tomadas, no pude cumplir. Pero no hay que mirar al pasado.

Al lío, que me enrollo. Con motivo de mi estancia en Zaragoza, y ante la única oportunidad de acudir a La Romareda con la eliminatoria de la copa del rey contra el Sevilla (porque las dos jornadas de liga durante mi estancia tocaba fuera de casa), me decidí a ir a toda costa. Pero todo nunca tiene que ser fácil, sobre todo desde que tengo ELA. Mi primo, socio, compró las entradas para poder ir con mis dos cuidadoras (indispensables para cargar conmigo y todas mis máquinas), mi padre y mi propio primo. Pero la entrada para las Personas con Movilidad Reducida (PMR) no se pueden obtener por Internet y hay que gestionarlas por teléfono y en taquilla. Pues justo al día siguiente, que quedaron en gestionar mi entrada, se pusieron en vigor las nuevas medidas anti covid, con la restricción en el aforo. Por lo que se canceló la venta de entradas, incluida la mía pendiente. Todos tenían entradas menos yo, ja ja ja.

Aquí entra en juego el gran Carlos Arranz, director de marketing y CM de la cuenta de Twitter del Real Zaragoza. Se comprometió a que pudiera ir y, si hacía falta, gestionar el taxi. Pues no entro en cualquier modelo de taxi adaptado, por las características de mi silla de ruedas y mi altura. Solo entro bien y sin problemas en la Volkswagen Caddy, sin chapa en los asientos traseros. Por mucho que vengan otros modelos, a priori, más voluminosos en el interior, no entro porque tienen el suelo muy alto y, cuando me suben por la rampa, mi frente choca con el techo. Gracias a mi tweet, donde explicaba mi miedo a que no hubiera ningún modelo de este tipo, por ser festivo, la cuenta del Ligallo Fondo Norte, me dio el contacto del presidente de la peña zaragocista taxista, Carlos, que a su vez, le dio mi contacto a David, un taxista con la Caddy que necesito, super amable, paciente y atento. Así que, con la ayuda de Carlos y David, todo estaba preparado para ir a La Romareda.

Y llegó el gran día. Me preparé una hora antes de llegar el taxi, bien abrigado. La camiseta original de Alberto Zapater, mi eterno capitán, conseguida en la subasta benéfica a favor de los afectados de la isla de La Palma, la sudadera de Adela Euskal Herria , de mi gran amiga Sara, guantes, abrigo y la bufanda del Real Zaragoza. Y así nos fuimos en el taxi de David, un tío super majo que me había buscado en Internet y ya sabía un poco sobre mí. Además ha llevado varias veces a Ana Cristina (la yogui de mi espacio de relax) y a Jesús y Consuelo, una pareja entrañable del barrio. Ana Cristina y Jesús son compañeros de ELA. Y llegamos al estadio, justo en el momento en el que hacía su entrada el autobús del Real Zaragoza con el equipo. Os podéis imaginar el lío que teníamos montado alrededor. Carlos ya nos estaba esperando, y nos acompañó a la entrada de PMR. También estaba ya allí mi padre.

Una vez dentro, mientras esperamos a mi primo Juan, Carlos nos estuvo explicando su labor en el club, lo que íbamos a hacer y todo con un especial cariño. Tuve ocasión de recibir muestras de cariño de un aficionado que no conocía y que luego me escribió en Twitter. También tuve el privilegio de conocer en persona a Óscar Sanz, el autor del fantástico cómic de la Recopa «Casablanca, Madrid, París», que en su momento tuvo la amabilidad de facilitarme el cómic en PDF para poder leerlo yo solo y hacerme una bonita dedicatoria.

Una vez en la zona para PMR, Carlos apareció con el presidente del Real Zaragoza, Christian Lapetra (izquierda), y el vicepresidente , Fernando Sainz de Varanda (derecha). Así que, de presidente a presidente, no desaproveché la oportunidad para comentarles que les hicimos llegar con propuestas de colaboración con ARAELA, la asociación aragonesa de ELA. Lo siento, pero yo soy así, je je. No quiero fotos gratuitas para los medios.

Yo con Víctor Marcén.

Como la zona PMR estuvo prácticamente vacía, salvo dos personas más, pudimos estar los cinco juntos, de pie a mi espalda. Uno de los acompañantes de la zona PMR fue mi twitteramigo Víctor, un crack haciendo vídeos divertidos. Tuve la suerte de poder conocernos en persona, y charlar un rato en el descanso.

En cuanto al partido, mejor no hablamos. Un error supuso el 0-1 de un magnífico remate, cuando no hubo llegadas de peligro. La segunda parte sí fue mucho mejor, con un Real Zaragoza volcado en la búsqueda del empate, pero con falta de acierto de cara al gol. Como toda la temporada y la pasada. Y en una contra, llegó el definitivo 0-2.

Pero lo mejor estaba por llegar. A la finalización del partido, Carlos fue viniendo con un montón de jugadores para que nos conociéramos. Primero, los jugadores no convocados, Nano Mesa, Carlos Nieto y Dani Lasure. Nano estuvo muy cachondo y atento, como es él, dándome conversación. Y me alegró saber, de su propia boca, que estaba ya recuperado de su cáncer testicular, como se pudo ver estos días atrás en un amistoso de entrenamiento. Enfermedad que comparte con uno de mis mejores amigos. Luego aparecieron los canteranos Francho y Puche. Los jugadores con su particular forma de llevar las medias, súper bajas. Recuerdo la obligatoriedad de llevar espinilleras. Lo de Francho ya es curioso, porque parece que no lleva espinilleras, pero nos dijo que son pequeñas, pero normales. Pero lo de Puche ya es la repera. Si lo habéis visto jugar, las medias parecen calcetines de lo poco que se ven. Entonces, Francho, en su defensa de que las suyas son normales, dijo que mirásemos las de Puche. Y efectivamente, las sacó de su mochila y… ¡¡¡son diminutas!!! Son para cubrir la pierna de un Playmobil. No sé ni cómo están permitidas, ja ja ja.

Y por fin, el gran momento. El capi, que ya me avisaron que era el último siempre en salir, llegó justo cuando estaba a punto de salir del campo. Es tan humilde que nos tocó la foto con peor fondo que con el resto de compañeros. ¡¡¡Pero para mí es la mejor!!! ¿Sabéis qué me dijo cuando le conté que llevaba su camiseta de La Palma? Que por qué me gasto esa pasta, ja ja ja. Porque es el mejor y porque es mi número favorito también. Se me olvidó comentarle que la tuve que lavar, porque el perfume que usa en el partido no me gusta, ja ja ja. Le hice recordar un partido en División de Honor Cadete en el que, al ser de la misma quinta, jugué contra él. Fue la única vez que jugué contra el Real Zaragoza, y yo jugaba en la AD. Vadorrey, que es en la actualidad La Unión tras su fusión con La Jota, el equipo de mi barrio. ¡Cómo no se iba a acordar del campo más pequeño de Zaragoza! Donde, a pesar de ser ese año uno de los equipos más flojos de la categoría, le plantamos cara a todo un Real Zaragoza, con un 0-0 al descanso, para terminar con un digno 0-3. Del partido de vuelta mejor no hablamos, je je. De hecho, Zapa, al saber que era del barrio La Jota, se acordó de alguien que hizo la comunión conmigo y que recientemente me dejó un comentario aquí en la web. ¡¡Sí!! Eres tú, Diego Sanmartín. Se acordaba de que metías goles a montón.

Yo con el eterno capitán, Alberto Zapater.

La verdad es que me habría quedado horas hablando, pero, aunque soy bastante rápido escribiendo con los ojos, no deja de ser más lento, y no puedes mirar a los ojos a la otra persona y puede parecer que no prestas atención. Por eso me gusta a veces no hablar y mirar a la otra persona a la cara. Además le estaban esperando sus hijos y familia, y no es que hiciera buen tiempo precisamente. Así que quedamos en que le pasarían un vídeo motivacional que hice días atrás y, como me dijo Nano, me harán otro de vuelta cuando puedan. A día de hoy me ha dicho Carlos que lo vieron en el autobús de viaje a Ponferrada, por lo que me parece que no tengo futuro como motivador, ja ja ja.

Mientras, David, el taxista, estuvo esperando pacientemente desde hacía rato, a pesar de no gustarle el fútbol y confesarme luego que sólo ha visto un partido de fútbol entero. La final en la que España ganó el primer mundial , y porque su mujer sí que lo quería ver. Y así llegué a casa, donde, al entrar y saludar a mi madre, rompí a llorar de la emoción. Es lo que tiene la pérdida de control de las emociones con la enfermedad, lo que se conoce como labilidad emocional. No poder aguantar la risa y el llanto. En mi caso, no hago más que llorar por todo, incluso cuando quiero reír.

Un día inolvidable, gracias a una gente inolvidable.

Gracias a todos los que lo habéis hecho posible.
Gracias Carlos, David, Juan, Lily y Alex.

#JuntosVenceremosELA

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6 thoughts on “Una tarde inolvidable en La Romareda

  1. Me ha encantado el relato, tuvo que ser un día fantástico. Espero que tengas muchos días de estos. Un abrazo, Esther.

  2. Jorge, no nos conocemos, pero llevo mucho tiempo admirando tu fuerza, entereza y tu posividad.
    Fui compañero de tu padre en Franciscanos , de los 8 a los 14 años,, c/ camino el vado de Zaragoza y no hablamos mucho desde hace tiempo, pero tu historia de superación lleva impresinandome mucho tiempo.
    Tu padre en otra medida también superó retos, pero lo tuyo es de ADMIRACION total,
    Espero que dentro de tu enfermedad te sientas feliz y querido porque ten por seguro que aquí fuera estamos mucha gente que te admiramos y nos encantaría abrazarte.
    Un abrazo sincero de Pepe Mayoral
    Y gracias por esta lección de vida
    Y el mejor deseo para todos que te rodean, ayudan y acompañan

  3. Qué grande eres. Me alegra que disfrutaras del día, no así del partido. Ánimo y sigue adelante que eres el faro de muchos. Dale un achuchón a tu padre.

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